Existen 5 grandes ámbitos de utilización del basalto, aunque no son los únicos:

  • Jardinería, floricultura, plantas de interior, ornamentales, césped,…
  • La huerta
  • Los cultivos
  • La fruticultura y la selvicultura
  • La ganadería

JARDINERÍA, FLORICULTURA, PLANTAS DE INTERIOR, ORNAMENTALES,…

Cuando se planta o trasplanta, se recomienda incorporar a la tierra, según el tamaño de la maceta, 100 a 150 gramos de basalto micronizado.
Luego, conviene aportar como mantenimiento, cada 3 meses, de 60 a 70 gramos  que aseguraran la lozanía de las flores y mejorarán la firmeza de los tallos (estas cantidades se dan para macetas medias de unos dos litros de tierra).

Para los arriates y los parterres de flores, se emplea el basalto en las mismas dosis que en la huerta.

Para los trasplantes ver el párrafo sobre la huerta.

Para dar vigor al césped, es aconsejable espolvorear la hierba con basalto micronizado, preferentemente antes de que llueva (100 a 200 gramos por m2).

LA HUERTA

  • Mediante incorporación en el suelo: espolvorear el basalto en la tierra y binar.

Dosis a emplear: 200 a 300 gramos por m2 para el micronizado y 500 a 600 gramos por m2 para el 0/2 o arenoso fino.

  • Mediante incorporación en el compost: espolvorear durante el compostaje al ir construyendo el montón.

Dosis a emplear: 8 a12 kg. por m3 de compost para el micronizado  y de 20 a 30 kg. por m2 para el 0/2.

Se recomienda el empleo del basalto mediante compostaje. Por una parte, mejora el compost no solo por los aportes de minerales sino también por un mejor desarrollo de las bacterias aerobias responsables de las fermentaciones requeridas. Por otra parte, la intensa vida microbiana acelera la alteración de la roca para su asimilación por las plantas. Por lo tanto es preferible, cuando sea posible, incorporar el basalto a la tierra mediante compostaje previo.

  • Mediante espolvoreado foliar: durante el crecimiento y cuando hay ataque por parásitos, espolvorear las hojas y los tallos con basalto micronizado. Renovar el espolvoreado si es necesario.

El basalto micronizado se utiliza también en pulverización; el polvo se diluye a baja dosis en agua y se mezcla, si es preciso, con otros productos (purines de ortiga o de cola de caballo, por ejemplo).

  • Antes de trasplantar, se aconseja efectuar un “garrapiñado”. Esta técnica consiste en recubrir las raíces con una especie de “barro líquido” llamado “garrapiña”.

La preparación de la “garrapiña” se hace generalmente con boñiga fresca de vaca (o con estiércol bien descompuesto) mezclado con arcilla y diluido en agua, se añade basalto micronizado a la pasta. Esto garantiza un excelente arraigado de la planta.

  • Para las semillas se aconseja antes de sembrar mezclarlas con basalto micronizado. Se obtienen buenos resultados efectuando esta mezcla unos días antes de sembrar.
  • Se recomienda, para asegurar una buena germinación y un desarrollo vigoroso de las plántulas, añadir basalto en los mantillos y en las mezclas destinadas a la confección de semilleros.
  • En mezcla con los purines: emplear preferentemente basalto micronizado. Es difícil recomendar dosis por la variedad de purines existente (de ortiga, de cola de caballo, de consuelda,…) y de las posibilidades de dilución. La experiencia adquirida por los años será la mejor consejera.
  • Cuando se hace un mulch o se entierra abono verde, se recomienda incorporar basalto

LOS CULTIVOS

El modo de utilización es el mismo que en la huerta pero adaptado en su aplicación a la escala de superficie cultivada.
Dosis a emplear: de 0,5 a 1,5 toneladas de 0/2 por hectárea (unos 50 a 150 gramos por metro cuadrado) según sea el tipo de suelo, los cultivos y los métodos de agricultura que se practican.

LA FRUTICULTURA Y LA SELVICULTURA

Para el tratamiento de los árboles frutales, en un jardín o en un vergel, se aconseja realizar agujeros de 20/30 cm de profundidad y a 5/10 cm de diámetro alrededor del árbol, y rellenarlos con basalto.
Los agujeros deben disponerse debajo de la copa del árbol. Procurando no dañar las raíces. Para esta técnica se emplea generalmente el 0/2 aunque es posible utilizar el micronizado con el fin de obtener una acción más rápida. El basalto se puede también mezclar con polvo de cuerno recomendado por su acción sobre los árboles.

  • Debajo de los árboles, el basalto también se incorpora al suelo mediante espolvoreado a razón de 5/10 kg de basalto micronizado o de 20/30 kg del 0/2 (estas dosis son para un árbol con una corona de 100 m2).
  • Cuando se plantan árboles, se aconseja, por una parte, “garrapiñar” las raíces como anteriormente se ha indicado y, por otra parte, mezclar a la tierra de plantación de 2 a 3% de basalto micronizado o del 6 al 8% del 0/2 y además un poco de polvo de cuerno.
  • El basalto micronizado se emplea también en la confección de preparados destinados al cuidado de los troncos. Estos tratamientos estimulan la vitalidad de los árboles y permiten una buena regeneración de la corteza. Para cualquier árbol, estos preparados constituyen una verdadera higiene de base. Estos tratamientos se deben aplicar en otoño. Cualquiera que sea el preparado utilizado, su efecto mejorará añadiéndole basalto micronizado. Les damos como ejemplo, la composición de un preparado que recomienda Mª Thun, cuyos resultados en árboles débiles son particularmente sorprendentes: mezclar 500 gr de arcilla o de caolín con 250 gr de basalto micronizado y 250 gr de boñiga de vaca; diluir con leche descremada rebajada a la mitad con agua (o mejor aún con suero si puede conseguirlo) hasta obtener una masa líquida aplicable con una brocha sobre los troncos, a los que previamente se les ha limpiado la corteza muerta, el musgo y los líquenes con un cepillo de acero. Esta pasta se puede enriquecer aún más añadiendo, por ejemplo, purín de ortiga o de cola de caballo, cenizas de leña o polvo de feldespato, polvo de huesos,…
  • El basalto micronizado se utiliza en arboricultura en forma de espolvoreado foliar en polvo o diluido en agua o con otros purines. Para combatir algunos insectos como por ejemplo el pulgón, es eficaz una dilución de basalto y bentonita a partes iguales con agua y purín de ortiga, que se fumiga sobre las copas de los árboles. (No hay riesgo de sobre-dosificación, pero conviene remover el preparado de vez en cuando ya que el basalto tiende a caer al fondo de la mochila de fumigación).
  • En selvicultura, el basalto se emplea en la lucha contra las enfermedades que afectan actualmente a los bosques de gran parte del mundo. Los polvos de basalto constituyen un abono valioso para revitalizar los suelos forestales.

LA GANADERÍA

Sea en ganadería profesional o aficionada, el basalto (preferiblemente el micronizado) se espolvorea sobre las camas de los animales a razón de 100 a 200 gramos por m2 cada dos o tres días. Esta técnica enriquece las camas en magnesio y en oligo-elementos y disminuye las pérdidas nitrogenadas amoniacales, por lo que se eliminan los malos olores y se gana en materia nitrogenada.

El basalto también se emplea como complemento mineral en las raciones dadas a los animales.

La primera necesidad de cualquier planta es desarrollar sus raíces en un suelo sano y vivo. Antes de tratar hortalizas, flores y cultivos contra las enfermedades y los ataques de parásitos, es preferible cuidar la tierra de la que los vegetales extraen los elementos necesarios para resistir por sí mismos las agresiones. Así ocurre con todos los organismos vivos, un alimento natural y equilibrado evita recurrir a medicaciones a veces con graves consecuencias. Al tratar químicamente los vegetales, se destruye en efecto poco a poco su capacidad natural de resistencia, se deteriora la calidad de la tierra.

Por lo tanto, es importante reforzar los mecanismos naturales y estimular la vida del suelo. La experiencia ha demostrado que el polvo de basalto es particularmente eficaz para alcanzar este propósito.

Empleado desde hace varios años por los profesionales de la agricultura biodinámica y biológica, el basalto es aún poco conocido por los jardineros. Nuestra intención con este informe es divulgar las cualidades de este producto.